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Cómo Embalar y Proteger Muebles Para una Mudanza

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¿Cómo envolver y empacar muebles para una mudanza? ¡Descubrilo acá!

Una de las principales inquietudes que aparecen al momento de mudarse es cómo proteger adecuadamente las cosas para que no se rompan ni se lastimen. Para ayudarte a comenzar con el pie derecho esta nueva etapa de tu vida, acá te vamos a contar cómo embalar tus muebles para la mudanza. También hablaremos sobre los mejores materiales para hacerlo y te daremos algunos consejos prácticos. ¡Comencemos!

Mejores materiales para envolver muebles

Antes de contarte cómo embalar muebles, debemos mencionar qué tipos de materiales podés usar para la tarea. Todo dependerá del objeto que desees proteger. Veamos el listado:

  • Film alveolar: mejor conocido como plástico burbuja. Además de tener un efecto positivo en la reducción del estrés, es un gran aliado al momento de proteger tus muebles para la mudanza.
  • Cajas de cartón: si bien su principal función no es la de envolver muebles para mudanza, sirve para empacar y proteger. Definitivamente, es un material que sí o sí querés tener a mano. En SimpleBox contamos con cajas especiales para mudanza que podés aprovechar para la ocasión.
  • Mantas: protegerte del frío no es la única función que puede cumplir una manta. Estas suelen usarse para cubrir objetos de gran tamaño, como roperos o heladeras.
  • Papel de periódico: este material es muy usado para envolver vasos de vidrio. Esto evita que se rayen con el movimiento.
  • Cinta de embalar: no hay mudanza sin cinta de embalar. Este es otro de los materiales con los cuáles querés contar en este momento. No solamente sirve para cerrar las cajas, sino que también es útil para mantener los muebles envueltos.
  • Papel film: funciona muy bien para proteger superficies que se pueden rayar con el contacto.

Perfecto, ahora qué sabés qué tipo de materiales usar, conozcamos cómo empacar los muebles para la mudanza.

Tipos de muebles y formas de embalarlos

Por supuesto, existen muebles de diferentes formas y tamaños, por lo cual, no será lo mismo una copa que una heladera al momento de empacar para la mudanza. Veamos paso a paso qué hacer según la forma y el tipo de mobiliario.

Muebles grandes

En esta categoría podemos incluir roperos, heladeras, camas, escritorios, entre otros. La mejor manera de empacar este tipo de muebles al momento de hacer una mudanza es usar mantas o plástico burbuja.

Si utilizás mantas, es conveniente asegurar el empaque con cinta de embalar, para que se mantenga protegida aún en movimiento. Otra buena opción es usar cartón para separar un mueble de otro o para apoyarlo contra otra superficie. Por supuesto, todo dependerá de las condiciones de la mudanza.

Muebles medianos

Estamos hablando de mesas, sillas, cocinas, lavarropas, entre otros. Con papel film es suficiente para proteger este tipo de muebles. Aunque también podés aprovechar los mismos materiales mencionados en el punto anterior.

En el caso de las sillas, querrás evitar que las patas se lastimen. Para eso, te recomendamos ubicarlas en su posición normal y no acostadas, que es cuando suelen lastimarse. Si son de madera, es aconsejable cubrirlas con papel film.

Cosas pequeñas

Estos son los muebles más difíciles de empacar para una mudanza, ya que son más frágiles que el resto y corren mayores riesgos de romperse.

En primer lugar, te sugerimos conseguir cajas de cartón. Muchas cosas, como las computadoras, cuentan con sus respectivos empaques y materiales que las protegen. También te recomendamos el plástico burbuja para los artefactos tecnológicos.

Como mencionamos anteriormente, el papel de diario sirve para cuidar la vajilla, especialmente copas o vasos de vidrio. La ropa, por su parte, puede ser trasladada en valijas o en cajas de cartón.

Muy bien, hasta aquí hemos hablado sobre las diferentes formas de empacar, envolver, proteger y empacar muebles para la mudanza. Pero esto no termina acá. A continuación, te daremos algunos consejos para facilitarte el proceso.

5 consejos para evitar que tus muebles se dañen en la mudanza

Para que ningún mueble se rompa, acá te traemos algunos consejos prácticos.

  1. Planificá el traslado: la manera más práctica de hacer una mudanza es pensando con antelación todos los pasos que vas a dar. Es decir, definir en qué orden vas a mover cada objeto y donde serán ubicados. Organizar la mudanza te va a ayudar a evitar daños y estrés.
  2. Embalá con tiempo: hacer todo el día de la mudanza te va a generar un estado de agotamiento físico y mental. No dejes todo para el final y embalá lo que puedas antes del gran día. Así también te asegurás de proteger tus cosas con mayor cuidado.
  3. Aprovechá para limpiar: hay una cantidad enorme de cosas que guardamos en casa y ya no usamos más. La mudanza es una gran oportunidad para donar o tirar lo que ya no sirve. Mientras menos cosas lleves en el traslado, menos posibilidades hay de romper algo.
  4. Pedí ayuda si la necesitás: contar con la asistencia de personas cercanas en este momento es gratificante. No dudes en pedir ayuda para el gran día.
  5. Tomalo con calma: la mejor manera de proteger tus muebles es haciendo las cosas con calma. Sabemos que este proceso es extenuante, por eso, nuestra recomendación es invocar a la paciencia y trabajar con tranquilidad.

Por último, puede ocurrir que en tu nuevo hogar no haya espacio para llevar ciertos objetos. En el próximo apartado te contamos qué podés hacer al respecto.

¿Qué hacer si no tenés lugar para todos tus muebles en tu nuevo hogar?

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